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IZQUIERDA: JULIO GUZMÁN (TODOS POR EL PERÚ). DERECHA: ALFREDO BARNECHEA (ACCIÓN POPULAR).

El discurso político versus el discurso técnico

A propósito de las comparaciones entre Julio Guzmán y Alfredo Barnechea

Publicado: 2016-02-25

No he escuchado a ningún "tecnócrata" más radical que Alfredo Barnechea. Barnechea solo habla de construir, de regular, de cifras y datos. ¿Eso hace un político? No. Eso hace un técnico. Un político propone un ethos y una episteme. Un ethos porque el hacer merece una lógica; una episteme porque esa lógica necesita un entendimiento del mundo. Eso solo lo ha hecho Julio Guzmán con "invertir en las personas" (ethos) y "buscar la felicidad de todos los peruanos" (episteme).

Barnechea "no plagia, sino copia" este concepto, e intenta hacerlo calzar en el "Estado de Bienestar", pero jamás se refiere al "sujeto", a duras penas únicamente al "ciudadano". El sujeto es estructura; el ciudadano es construcción. El político habla del sujeto, el técnico del ciudadano. Julio Guzmán habla de ambos con una mirada panorámica. Dice que cayó en cuenta que como técnico solo proponía soluciones (como lo hace Alfredo Barnechea), pero como político podía decidir qué propuestas utilizar, según su enfoque (ethos) y su visión (episteme).

Todos quienes conocemos la administración pública y hemos trabajado para el Estado tenemos esa misma sensación (aunque no todos nos lancemos a participar en elecciones). Sin embargo, conociendo cómo funciona el aparato público se pueden proponer los documentos de gestión necesarios para implementar esa episteme (por medio de un ethos); eso quiere decir que todas las políticas públicas y de gestión deben estar en función de los peruanos (como sujetos, para ser felices; y como ciudadanos, para tener pleno acceso y ejercicio de nuestros derechos políticos, sociales, económicos, culturales, etcétera). Repito, al menos yo no he descifrado otro discurso realmente "político" en esta campaña.

Otro sí digo: ¿Por qué tanto estigma contra los "técnicos"? Un médico es un técnico; un ingeniero es un técnico; un abogado es un técnico... Todo aquel que ingresa a trabajar al Estado, tenga la profesión que tenga, se convierte en "técnico" (salvo que hayas sido escogido por elección ciudadana), y si el Estado tiene un problema, lo resuelves tú, como técnico. El trabajo del político es "modificar el contexto que determina el funcionamiento de las cosas" (Slavoj Zizek dixit); el técnico solo modifica las cosas (o sea, el "texto", hermenéuticamente hablando).

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Escrito por

César Alberto Sánchez Lucero

Lima, 1985. Escritor y gestor cultural, egresado del Programa de Gobernabilidad y Gerencia Política (PUPC), director de Cola de Lagartija.


Publicado en

República Kafkiana

Espacio dedicado a los absurdos reales que superan la ficción