De manera paralela, conforme van investigando al Sodalicio de Vida Cristiana, no solo han afrontado denuncias sin fundamento, sino que en las últimas semanas también se han llevado a cabo marcaje y hasta amenazas de muerte. Los periodistas Paola Ugaz y Pedro Salinas denunciaron, este viernes, una serie de hechos que dan cuenta de que "el periodismo en estos momentos es un riesgo".
En plena pandemia por la Covid-19, Ugaz fue protagonista de portadas de los diarios ultraconservadores La Razón y Expreso, quienes la acusan de ser presunta lideresa de una organización criminal vinculada a la corrupción. También es motivo de hasta 46 notas publicadas en el portal católico La Abeja.
En su "Declaración de principios", este portal dice que su proyecto busca afirmar la existencia de un supuesto "orden moral objetivo recibido del Creador", resaltar el "papel central" de lo que ellos llaman "Ley Natural" y señalar que Perú debe respetar su "herencia hispanoamericana, cristiana y occidental".
Este portal también ha publicado notas atacando a Salinas.
En conferencia de prensa transmitida por LaMula.pe este viernes, Salinas aclaró que "esta no es una historia de victimización", ya que se basa en hechos. El pasada miércoles 9 de setiembre por la mañana, dos sospechosos estuvieron preguntando, en el distrito donde vive Salinas (Mala, Cañete), donde vivía exactamente el periodista, así como qué movimientos realizaba de manera cotidiana.
Ante estos indicios de reglaje o marcaje, Salinas averiguó quiénes eran esas personas que lo buscaban y se dio con la sorpresa de que se trataba de un miembro de la Policía Nacional del Perú (PNP) que estaba en su día de franco. Cuando fue a hacer la denuncia por esto, el efectivo dijo que lo hacía por orden del oficial Iván Antonio Barrios Arteaga, quien además habría ofrecido dinero a cambio de información sobre Salinas y Ugaz. La versión policial es que habría una presunta indagación contra ambos por supuesto tráfico de terrenos.
Recordemos que es precisamente este uno de los temas de las investigaciones que ambos periodistas vienen realizando contra el Sodalicio de Vida Cristiana.
Por su parte, en los últimos días, Ugaz ha recibido amenazas de muerte a través de redes sociales: un mensaje que hace referencia a cómo otros periodistas que tocaron a una organización religiosa terminaron asesinados.
"El periodismo en estos momentos es un riesgo. Desde fines del 2018, que empezamos con la demanda que nos hizo el arzobispo, a partir de ahí empezó, en paralelo, una ola de lodo encima de cada uno de los dos para destruir nuestro prestigio, no ha parado", dijo la periodista Ugaz.
[Foto de portada: HRW]
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