Dispararon apuntando hacia la cabeza, con proyectiles de metal de manera desproporcionada, provocaron la muerte de dos jóvenes, dejaron heridas a casi un centenar de personas y estaban como si nada.
Un año después de las protestas de noviembre del 2020, cuando efectivos de la Policía Nacional del Perú (PNP) reprimieron las marchas de jóvenes contra la vacancia presidencial; el Tribunal de Disciplina Policial declaró la nulidad de la resolución de Inspectoría General que absolvió a los efectivos involucrados.
Además, la instancia del Ministerio del Interior (Mininter) consideró que existen indicios de la "presunta comisión de infracciones muy graves vinculadas al uso de la fuerza en forma innecesaria o desproporcionada en acto de servicio, ocasionando lesiones graves" por parte de efectivos policiales en las protestas que se llevaron a cabo entre el 9 y el 15 de noviembre.
Por ello, ordenó que se inicien de nuevo las investigaciones contra los policías. Como señala el exprocurador Ronald Gamarra, "se acabó la impunidad".
Este mes se cumple el primer aniversario de las históricas protestas juveniles contra el régimen de Manuel Merino (Acción Popular), quien ocupó el cargo de Presidente de la República y designó a un Gabinete Ministerial ultraconservador presidido por Ántero Flores Aráoz. El acciopopulista solo duró cinco días en el cargo tras masivas protestas a nivel nacional que fuero respondidas con violencia policial que provocó la muerte de Brian Pintado (22) e Inti Sotelo (24), así como graves lesiones en un centenar de personas que ha quedado con secuelas de por vida.
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[Foto de portada: Aldair Mejía / La República]
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