Tras una jornada más de represión en Puno el último sábado 4 de marzo, diversas organizaciones sociales se han pronunciado en rechazo a lo que consideran violencia racista y exigen el fin de la militarización en la región.

A través de un pronunciamiento, la Coordinadora Nacional de Derechos Humanos (Cnddhh) y otras organizaciones sociales rechazaron la "represión violenta y racista de las fuerzas del orden contra los pueblos originarios aimaras en Lima, en especial contra mujeres y niñas/niños".

Las organizaciones de derechos humanos se solidarizaron "con el sufrimiento del pueblo de aimara de Juli reprimidos por ejercer su derecho a la protesta" y aclararon que "el pueblo de Juli es pacífico, democrático y solidario".

Ante ello, denuncian "el racismo del Poder Ejecutivo, Legislativo, PNP y FFAA, así como las militarización que ha generado 20 heridos por PAF, perdigones y bombas lacrimógenas en Juli". Además, exige la derogatoria del estado de emergencia y la militarización de Puno.

El último sábado, la Defensoría del Pueblo reportó 16 heridos (10 civiles y 6 militares) en el contexto de las protestas en Juli, donde reclamaron por los manifestantes puneños reprimidos en Lima, donde policías lanzaron bombas lacrimógenas contra mujeres con niños.

Ayer domingo, el Gobierno informó de la muerte del Cabo SMV Franz Canazas Cahuaya y 5 desaparecidos, quienes, por orden de sus superiores, intentaron cruzar un río en el contexto de las protestas.

Los comuneros aimaras auxiliaron a los soldados y han condenado a los altos mandos de las Fuerzas Armadas.


[Foto de portada: Radio Líder]


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