Durante décadas, el cuidado ha sido sostenido por los cuerpos, el tiempo y la salud de millones de mujeres; a veces como madres, a veces como hijas, esposas, hermanas, vecinas o voluntarias, y en distintos contextos: en casas, hospitales, cunas o albergues. Este trabajo arduo muchas veces es a cambio de poco o nada, sin contratos, sin descanso y sin reconocimiento. Este es el trabajo que sostiene al mundo, pero que casi nunca entra en las cuentas públicas, en los indicadores de salud ni en las prioridades de investigación-acción de la gestión pública.

Según datos del Banco Interamericano de Desarrollo, más del 75 % del cuidado de personas mayores en América Latina lo brindan mujeres, y de ellas, al menos seis de cada diez lo hacen sin recibir pago alguno. Los países que han medido la contribución del trabajo doméstico y de cuidados no remunerados de las mujeres a la economía han encontrado que representaría entre el 15,9 % y el 27,6 % del Producto Interno Bruto (PIB). El 70 % de ese aporte lo realizan las mujeres.

En Perú, las mujeres dedican entre 6 y 29 horas más que los hombres a tareas de cuidado no remunerado cada semana. Un ejemplo es el caso de las madres cuidadoras del programa nacional Cuna Más, en donde su jornada es de tiempo completo, pero se considera “voluntaria” y reciben una “propina” de 460 a 510 soles mensuales, sin seguro, sin aporte a su jubilación y, lo más grave, sin ser reconocidas como trabajadoras, aunque cumplen todos los criterios para serlo.

Es un hecho que, mientras las mujeres cuidan, muchas de ellas se enferman. Existe incluso un “síndrome del cuidador quemado”. La evidencia es clara: el trabajo de cuidado crónico, no remunerado y solitario genera más dolor físico, más ansiedad, más depresión y, ante la sobreexigencia que tienen por resolver las demandas de cuidados de otras personas, dejan al último sus necesidades de autocuidado. Llama la atención que muchas veces no lo ven como un fin en sí mismo, sino como algo que les permite mantener la salud para cuidar mejor de otros.

En Lima Metropolitana, estudios han reportado que hasta el 93 % de las mujeres que cuidan a personas con discapacidad presentan sobrecarga emocional intensa. Estas mujeres suelen estar en plena edad productiva, pero no pueden trabajar, estudiar o siquiera descansar. Lo que alguna vez soñaron, estudiaron o quisieron ser queda postergado. “Porque cuidar es urgente”. “Porque no hay nadie más que lo haga.”

¿Por qué cuidan si les hace daño? Se ha descrito que estas mujeres presentan una suerte de ambivalencia sobre los cuidados familiares, pues por un lado reconocen sentir satisfacción al cuidar de su familia, pero, por otro, la mayoría acepta que este trabajo se realiza a costa del propio bienestar personal.

Un estudio realizado en una comunidad urbana en Madrid reveló cómo se sentían las cuidadoras de familiares dependientes. Citamos:

“las cuidadoras que cuidan a un familiar dependiente, al contrastar su vida pasada con su vida actual, se hacen conscientes de las pérdidas que han ido sufriendo a lo largo del tiempo. Se sienten menos fuertes, más tristes y menos libres; les preocupa cómo hacer frente a las demandas del cuidado familiar. La vida que ahora llevan les hace cuestionarse el sentido de sus propias vidas”.

Otro escenario importante son las mujeres que cuidan ejerciendo su profesión. Durante la pandemia, mientras se hablaba del personal de salud como "primera línea", pocas veces se mencionó que muchas de esas médicas, enfermeras y técnicas también eran cuidadoras en casa, que trabajaban doble jornada, que cuidaban en sus turnos y, al volver, seguían cuidando en silencio. El cuidado es constante, invisible y no cesa ante las crisis. Se asume que estará ahí. Y se asume que será una mujer quien lo brinde.

Este mandato de género no es solo peruano ni latinoamericano. En Zambia, por ejemplo, un estudio etnográfico documentó el rol de las “bedsiders”: mujeres familiares que cuidan a los pacientes hospitalizados, acompañándolos día y noche, alimentándolos, bañándolos, consolándolos, buscando medicinas y hasta donando sangre si hace falta. Las bedsiders son infraestructura humana esencial en hospitales públicos sin suficiente personal ni recursos. Aunque no se les paga ni se les reconoce oficialmente, sin ellas el hospital colapsaría. Esta situación es un reflejo de políticas de ajuste estructural que han precarizado los sistemas de salud en el sur global. Esto es un patrón global que se intensifica de manera más severa en contextos de bajos recursos.

En el Perú, aún no contamos con un sistema integral de cuidados. El Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables ha impulsado el Proyecto de Ley N.º 2735 para crear el Sistema Nacional de Cuidados. Este sistema busca reconocer la función social del cuidado y redistribuir la carga entre el Estado, el mercado, las familias y la comunidad. Pero la ley aún no se aprueba. Y, mientras tanto, las mujeres siguen cuidando en condiciones desiguales, precarias y muchas veces solas.

Distintos estudios muestran que, cuando todo falla —en crisis, en pandemia, frente al envejecimiento o el abandono estatal— son las mujeres quienes sostienen. Quienes cuidan. Quienes renuncian. Como lo sintetiza otra investigación reciente: 

“las mujeres son los amortiguadores de la sociedad”.

Porque el cuidado puede ser un acto de amor, pero no debería doler. No debería empobrecer. No debería enfermar. No debería invisibilizar. Reconocer el trabajo de cuidado como una infraestructura esencial para la vida no es solo una deuda pendiente, es una condición para construir una sociedad más justa. Profesionalizarlo. Redistribuirlo. Cuidar a quienes cuidan.

Ignorar lo que ignora el Estado nos convierte en aliados de un sistema quebrado. Por ello, desde Mujeres con evidencia, invitamos a nuestr@s lectores a visibilizar y reconocer, con actos y palabras, a las mujeres que cuidan en su entorno, porque un reconocimiento simple, como un agradecimiento o una muestra de afecto, puede subir el ánimo, apaciguar el dolor, dibujar una sonrisa en aquel ser humano que está cuidando, muchas veces, vidas recientes o alargando la vida de otros, un milagro que pocas veces lo vemos.

Si te interesa seguir aprendiendo sobre salud de la mujer, ciencia con perspectiva de género y visibilizar las brechas que aún persisten, puedes seguirnos también en Instagram: @mujeresconevidencia.pe. Allí compartimos contenidos, datos y reflexiones para seguir construyendo conocimiento entre todas.


Referencias:

Ascarza, L. (2022). Cuidadoras que solo reciben propinas: así es el trabajo de miles de madres de Cuna Más. Salud con Lupa. https://saludconlupa.com

Banco Interamericano de Desarrollo (BID). (2023). Mujeres cuidadoras en América Latina: ¿Y si hablamos de igualdad?. https://publications.iadb.org

Banco Interamericano de Desarrollo (BID). (2024). Cuidadoras de personas mayores: sobrecargadas y mal pagadas. https://publications.iadb.org

Banco Interamericano de Desarrollo (BID). (2024). Factor trabajo: cuidadoras en América Latina y el Caribe. https://publications.iadb.org

Bangerter, L. R., Griffin, J. M., & Caregiving Research Team. (2020). There is no cure for caregiving: The experience of women caring for husbands living with Parkinson’s disease. Journal of Gerontological Nursing, 46(5), 21–29. https://doi.org/10.3928/00989134-20200410-01

Barja Reynoso, R. E. (2024). Sobrecarga del cuidador y resiliencia en cuidadores informales de personas con discapacidad en Lima Metropolitana, 2023 [Tesis de licenciatura, Universidad Nacional Mayor de San Marcos].

Calderón, M. L. (2019). Nivel de carga de trabajo en cuidadores del adulto mayor residentes en albergues de Lima Norte [Tesis de licenciatura, Universidad Privada del Norte].

Dávalos, R. L. (2023). Sobrecarga en cuidadores de personas con multidiscapacidad empadronados en la Municipalidad de San Martín de Porres [Tesis de licenciatura, Universidad Nacional Mayor de San Marcos].

Gálvez, G. M. (2023). Relación entre sobrecarga del cuidador informal y dependencia funcional en adultos mayores de un establecimiento de salud del nivel primario [Tesis de licenciatura, Universidad Nacional Mayor de San Marcos].

GRADE – Grupo de Análisis para el Desarrollo. (2017). Estudio sobre la rotación de cuidadoras en Cuna Más. https://www.grade.org.pe

Mitsuhashi, T., Iijima, K., & Koyama, S. (2021). Gender disparity in the individual attitude toward longevity among Japanese population: Findings from a national survey. Geriatrics & Gerontology International, 21(1), 64–70. https://doi.org/10.1111/ggi.14084

Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social (MIDIS). (2022). Informe de evaluación del impacto del servicio de cuidado diurno de Cuna Más. https://evidencia.midis.gob.pe

Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables (MIMP). (2020). Cuidadoras del INABIF reciben orientación emocional a cargo de especialistas. https://www.gob.pe/inabif

Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables (MIMP). (2022). Proyecto de Ley N.º 2735 – Sistema Nacional de Cuidados. https://www.gob.pe/mimp

Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables (MIMP). (2023). Propuesta legislativa para el Sistema Nacional de Cuidados. https://www.gob.pe/mimp

Salud con Lupa. (2022). Las madres cuidadoras de Cuna Más no reciben un sueldo por su labor con los niños. https://saludconlupa.com

Zaman, S. (2009). A heart for the care: Affect, kin, and care work in a Zambian hospital. Journal of the Royal Anthropological Institute, 15(4), 678–695. https://doi.org/10.1111/j.1467-9655.2009.01580.x

Martínez Marcos, M., & De la Cuesta Benjumea, C. (2016). La experiencia del cuidado de las mujeres cuidadoras con procesos crónicos de salud de familiares dependientes [The experience of women care cargivers with chronic conditions of dependent relatives]. Atencion primaria, 48(2), 77–84. https://doi.org/10.1016/j.aprim.2015.03.006

La sociedad del cuidado, un horizonte para una recuperación sostenible con igualdad de género. (n.d.). Comisión Económica Para América Latina Y El Caribe. https://www.cepal.org/es/notas/la-sociedad-cuidado-un-horizonte-recuperacion-sostenible-igualdad-genero

Soluciones prácticas para combatir el estrés de las personas encargadas del cuidado. (n.d.). Mayo Clinic. https://www.mayoclinic.org/es/healthy-lifestyle/stress-management/in-depth/caregiver-stress/art-20044784