Las protestas en Espinar, la detención y condena al alcalde de esta provincia cusqueña, Óscar Mollohuanca, el conflicto entre minería y pobladores en el interior del país, han sido los temas y problemáticas de la semana. A continuación diferentes puntos de vista, publicados en algunos medios peruanos, sobre el conflicto desatado en Cusco.

César Lévano: “Gran parte de la campaña contra el pueblo de Espinar se ha basado en una mentira”

El director del diario La Primera señaló que el ministro del Ambiente, Manuel Pulgar-Vidal, “encabezó” la mentira que ha sido la base de la campaña contra el pueblo de Espinar: que la congresista Verónika Mendoza había presentado un informe sobre la contaminación ambiental en el proyecto minero Quechua como si correspondiera a Xstrata Tintaya.

Rosa María Palacios: “Sin minería el presupuesto nacional no tendría financiamiento”

La periodista, en su columna publicada en La República, opinó sobre la “contribución al desarrollo” que tiene la minería en el país, y señaló que “no existe” un sector que contribuya más que el sector minero, por lo que -aseguró- es una “obligación moral” aprovechar estas circunstancias con la redistribución. Asimismo, indicó que es el diálogo la solución para evitar “tanta muerte absurda” y que este conflicto no tiene una causa ambiental ni tributaria, sino que es político. “Un grupo de peruanos busca todas las excusas posibles para cerrar un flujo de ingresos al Estado”, dijo.

Javier Diez Canseco sobre el Gobierno: “No es posible ser cómplice ni compartir este manejo”

El congresista, en su columna de hoy, cuestionó cómo está manejando los conflictos sociales el Gobierno Central, de lo que -precisó- “no es posible” ser parte de este pues genera gran malestar entre sus votantes. Agregó que el presidente Ollanta Humala “agrede” a los representantes del pueblo, como a los congresistas, y “avala” al presidente del Consejo de Ministros, Óscar Valdés, a quien califico de “inepto y confrontacional”.

Ernesto De La Jara: “¿Qué es lo único que les queda? La protesta social”

El abogado, en su columna publicada en Diario 16, señaló que la interpretación en Lima de lo ocurrido en Espinar y en Cajamarca es que los pobladores se oponen a la minería “sin fundamento”, "engañados por revoltosos” que responden a ambiciones o ideologías políticas, interpretación que no es la misma en el interior del país, donde la preocupación son los efectos de las empresas mineras. Recordó que los dirigentes de Espinar vinieron a Lima para que sean atendidos mucho antes de que estalle el conflicto, sin embargo nadie lo hizo, por lo que lo único que le quedó fue la protesta social. “Es sospechoso que ante una violencia cantada, el gobierno no haya movido ni un dedo para evitarla”, dijo.

Javier Aliaga: “Mientras que la realidad no cambie, todo será más difícil”

El especialista en conflictos sociales, en su columna publicada en El Comercio, remarcó que existe un “deficiente manejo de la inteligencia” para anticipar conflictos en el Gobierno tras las protestas en Espinar y Cajamarca. Añadió que si bien los inversionistas necesitan “estabilidad jurídica”, las comunidades necesitan sentir que el progreso es posible también para ellas. “Para negociar se necesita alguien que hable y alguien que escuche”, indicó Aliaga, de lo contrario, “todo será más difícil".

Fernando Rospigliosi: “Mientras siga siendo rentable provocar disturbios, habrá gente que lo haga”

El ex ministro del Interior, en su columna de ayer, calificó de “negocio rentable” el encabezar revueltas en contra de la mayor empresa de la zona, y señaló que fue de esta forma que Óscar Mollohuanaca llegó a la alcaldía. Asimismo, señaló a Marco Arana como el que incentivó al alcalde de Espinar a provocar los ataques a Tintaya, hechos que -precisó- “coincidieron” con la huelga de Cajamarca.