Conoce Noqanchis, la primera revista bilingüe en quechua y asháninka
El último número de la revista Noqanchis es una edición bilingüe en quechua y asháninka, una iniciativa sin precedentes, por ello conversamos con su editor para conocer el trabajo que esto ha demandado y el producto final que ofrecen.
Hace algunos años, en el Cusco aparecieron diversas revistas 'de sociedad' locales que captaron la atención del público especialmente jóven, pues se trataban de una especie de Ellos & ellas versión cusqueña repartidas estratégicamente en las urbanizaciones de sectores socio económicos medianos y altos. A los pocos meses en algunos grupos se comentaba quiénes habían aparecido, y quiénes no, en las secciones de sociales, quién era la modelo de la portada y similares. Pero tampoco tardó mucho que para algunas personas fuese notoria la forma cómo se excluían de estos espacios a todos aquellos no formaban parte del universo de chicos y chichas 'guapas' de colegios particulares de la ciudad.
Pocos meses después, en algunos puntos de la ciudad se empezaron a exhibir unas gigantografías que llamaban mucho la atención. En ellas, jóvenes cusqueños y cusqueñas posaban en la portada de una revista cuyo texto estaba completamente en quechua, el misterio continuó con publicidad en quechua por canales de televisión y radios locales. Era Noqanchis. Esta revista, la primera publicada enteramente en quechua, irrumpió en el Cusco para dejar en claro que lo andino es, y seguirá siendo, parte de nuestro legado cultural. No sabría decir a ciencia cierta qué impacto tuvo con respecto a lo relatado inicialmente, o si fue una respuesta adecuada, pero hoy, y con cinco números publicados, podemos decir que Noqanchis da mucho que hablar, pero sobre todo ha creado espacio para hablar como nunca antes: en una lengua nativa, con un lenguaje fresco dirigido a la juventud y sin ningún temor al qué dirán.
Noqanchis genera opiniones diversas: algunos aplauden el proyecto, mientras otros lo critican. Yo me considero de ambos lados, pero algo que no puedo negar es que la decisión de sacar adelante algo tan polémico, y sobretodo sostenerlo a través de estos cinco números es algo completamente admirable. Por ello quise conversar con el responsable detrás del proyecto, el escritor y promotor cultural Jorge Alejandro Vargas Prado para conocer de su experiencia los retos que asumió la revista. La ocasión no es gratuita, el último número de Noqanchis es a también la primera publicación bilingüe en quechua y asháninka. Un esfuerzo que vale la pena reseñar, especialmente por el cuidado y la calidad del producto final.
A continuación, compartimos la gentil entrevista que nos concedió su editor:
La primera pregunta que deben hacerse muchos que no hablan quechua ¿Qué quiere decir 'Noqanchis'? ¿Por qué escogieron ese nombre?
Noqanchis es una forma de decir "Nosotros" en quechua. Lo interesante es que en quechua existen dos maneras de decir "nosotros", Noqanchis es la forma inclusiva, en la que se incluye a todos: los que hablan y los que escuchan. Creo que tuvimos presente, además de las revistas de moda como Vogue o Privée, a Somos de El comercio. En ese suplemento hay una sección de sociales que muchas revistas cusqueñas copiaron intentando ser de más fashion. Allí, tristemente, sale sólo un tipo de personas que, creemos, ni siquiera se aproxima a cómo se ve el Perú en realidad. Nosotros quisimos que Noqanchis refleje de una manera más sincera la sociedad cusqueña.
¿Cómo nace esta iniciativa? ¿Y como lograron implementarla para que no quede en el aire?
Esta iniciativa es parte de Perúsuyu, un ambicioso proyecto sobre políticas culturales del Centro Guaman Poma de Ayala del Cusco, que intenta lograr una sociedad más justa a través del arte, de las intervenciones urbanas. Noqanchis se ideó, en primera instancia, como una intervención urbana, pues la revista no sólo intervenía los hogares de las personas (tal cual hacen las revistas de "sociedad" cusqueñas), sino que también se trabajó con gigantografías en paraderos, siempre usando sólo el quechua. No quisiera dejar de mencionar a todo el equipo de Perúsuyu: Luis Nieto Degregori, Juan Galiano, César Venero Torres, Alfredo Velarde y Nico Marreros con quienes no sólo se trabajó Noqanchis, sino un sinnúmero de actividades realmente hermosas.
¿Cuántos números tienen? ¿Cuáles han sido los contenidos?
Noqanchis cerró esta primera etapa (que, esperamos, no sea la última) con 5 números. Cada número tiene un concepto distinto relacionado siempre al yanantin (contrarios complementarios) y a la juventud. La revista trae entrevistas a diversas personalidades que hablan quechua (como el alcalde del Cusco o la actriz y cantante Magaly Solier), artículos -desde investigaciones académicas hasta crónicas divertidas -que muchas personas nos han hecho llegar, fotografías al estilo "social" donde cualquier cusqueño o cusqueña se puede reconocer -un partido de fútbol, un evento académico, el mercado, un desfile de modas, una procesión, etc. Destaca la sección "'Noqanchis' waynasipaskuna" donde se muestra las fotos de dos jóvenes modelos quechuahablantes (siempre chica y chico) en una sesión fotográfica profesional de modas, además de sus historias que tienen que ver con la relación que mantienen con la cultura andina y el idioma quechua. Una de esas fotos se publica en la portada. Mucha gente cree que esto es una suerte de alienación, pero ¿es que acaso un joven andino no puede reconocerse de origen rural, hablar quechua y también ser fashion o posar para una sesión fotográfica de moda? Mucha gente se encrespa porque cree que, por mandato divino, las personas ocupamos roles o "posiciones" dentro de una sociedad y que esto no puede cambiar. Lo fashion acá no está para negar la andinidad, sino al contrario, está para mostrarla.
¿Y esta edición bilingüe? ¿Cómo surgió la idea de realizar una publicación en dos lenguas indígenas?
El proyecto Perúsuyu trabajó muchos componentes y, gracias a él, nos acercamos mucho a varios muchachos que estudian en la universidad nacional del Cusco y que tienen origen amazónico. Muy pocos cusqueños -incluidos nosotros hasta hace unos meses- no tenemos conciencia de que la región del Cusco es amazónica en el 60% de su territorio. Aquí, en la propia ciudad, no sólo se habla el quechua y el castellano sino también una gran variedad de lenguas amazónicas como el asháninka, el matsiguenka o el wachipaeri. Es por ello que decidimos hacer un número bilingüe en dos lenguas nacionales: el quechua y el asháninka. Junto a Nahón y a Marleni -los chicos Noqanchis asháninkas- se diseñó el concepto de las fotos. Es preciso romper estereotipos con respecto a las personas que han nacido en la amazonía. Ellos pusieron mucho hincapié en eso y trabajamos con mucha alegría.
Trabajar con una lengua es una cosa, pero dos... ¿Qué tan complicado ha sido editar este número?
Somos la primera revista completamente en quechua del Perú (aunque me gustaría mencionar también a Atuqpa chupan, una publicación académica literaria solamente en quechua que se realiza en Literatura en la Universidad Mayor de San Marcos) y luego de dos años de trabajo, tenemos algo de cancha en la edición en quechua. Hacerlo en asháninka fue un reto que sin Marleni Tincavo (la chica Noqanchis de esa edición) no hubieramos podido sobrepasar. Imagino que, tanto en quechua como en asháninka, se nos habrán pasado algunos errores (risas), pero creo que eso pasa en cualquier publicación.
¿Cuál es la perspectiva a futuro? ¿Existen planes para continuar con la publicación?
Aún no lo sabemos. El proyecto Perúsuyu ha terminado en diciembre, por lo tanto ya no hay financiamiento para la revista. Yo ya no laboro en el Centro Guaman Poma de Ayala, pero sé que se podrían estar abriendo posibilidades para realizar proyectos del mismo tipo de Perúsuyu. Lo hermoso sería que desde el gobierno se adopte esta iniciativa. La Universidad Nacional de San Antonio Abad del Cusco no sabe qué hacer con tanto dinero que recibe por el canón. La Municipalidad Provincial del Cusco o el Gobierno Regional del Cusco, que también tienen muchísimo dinero, no se ponen los pantalones para potenciar realmente la cultura, la identidad y derrotar a la discrminación con acciones concretas. Pienso también en la Dirección Regional de Cultura Cusco. Aún no se han tocado puertas. Luego de unas largas vacaciones tocaré puertas hasta que se me desgasten los nudillos.
Cuéntanos un poco de ti ¿Cómo surge la idea de trabajar con el quechua? ¿En qué otros proyectos has estado involucrado?
Mi relación con el quechua y mi cultura andina quechua creo que es natural desde siempre. Yo nací y creci en el Cusco. Mi abuela, como las abuelas y abuelos del 95% de cusqueños y cusqueñas, es quechuahablante. He hecho algunos videopoemas y videos experimentales en quechua. Participé también en Made in Taiwan, una serie de videoartes-videoclips de canciones pop de los 80 y 90 traducidas al quechua que realizó el colectivo de artistas Proyecto 3399 y actualmente, junto a muy grandes amigos, estamos construyendo una banda bilingüe de rock experimental y algo de post-folk, llamada Chintatá. A nuestra bandita le están haciendo un documental y nos están llamando bastante para tocar, ojalá que este año podamos concretar un demo.
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Yaw, Perúmanta runakuna... siminchiskunata rimananchis: aymara, quechua, shipibo, matsiguenka, awajún, wambisa, esse ejja, wachipaeri ima! Chay simikunamanta aswanraqmi kanku lliw Perúsuyupi! Haku! Kuska takisunchis, tususunchis, kawsayninchismanta kusikusunchis!
Noqanchis N° 5, edición en quechua y asháninka
Foto: César Alberto Venero Torres
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"Nosotros somos como la higuerilla"
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