Ecuador: ¿Consolidación democrática o concentración del poder?
Rafael Correa ya festeja su reelección pues los primeros resultados no difieren de las encuestas y confirman que ha sido reelegido con una probable mayoría en la Asamblea Nacional ecuatoriana. Al respecto, dos analistas peruanos vinculados con Ecuador presentaron dos perspectivas diferentes sobre el proceso político ecuatoriano con Correa y la situación de la democracia en el país.
El comunicador Nelson Nuñez indicó que la gestión de Correa ayuda a la consolidación democrática al introducir reformas políticas sin quebrar el orden democrático y por continuar con políticas de Estado de larga data como la inclusión indígena y la descentralización. Sin embargo, el politólogo Carlos Meléndez señaló que la tendencia de concentración de poder en manos del ejecutivo se evidencia en los recientes cambios en distintos poderes del Estado, como el judicial, y organismos autónomos, los cuáles son copados por funcionarios a fines al gobierno.
Por otro lado, Meléndez consideró que el amplio apoyo al gobierno de Correa tiene uno de sus orígenes en los programas sociales de asignación de dinero como el Bono de Desarrollo Humano que reparte 50 dólares entre las familias más pobres. Para el politólogo estos programas son complementados por la intensiva inversión pública de la gestión en infraestructura en zonas rurales. No obstante, Nuñez recordó que la aprobación y apoyo al mandatario ecuatoriano es homogénea en la población ecuatoriana sin importar el nivel socio económico, educativo o la pertenencia étnica-cultural, asimismo resaltó que a diferencia de países como Venezuela o Bolivia, en Ecuador no existe un grado de polarización importante. Para el comunicador la aprobación a la gestión reside en los resultados efectivos de sus políticas económicas y políticas, así como al crecimiento económico que experimenta el país y la continuidad que represesenta en materia de políticas de Estado.
Sobre el escenario político actual, Meléndez consideró que la fragmentación de la oposición y la popularidad del presidente que es aprovechada para concentrar poder pueden compararse con el caso de Alberto Fujimori en 1995. Esta comparación fue rechazada por Nuñez quien consideró que a diferencia de Fujimori, Correa no ha vulnerado el orden democrático ni ha cometido crímenes de lesa humanidad. Ambos analistas coinciden en que la fragmentación de la oposición tiene su origen en la diversidad de intereses particulares de los candidatos de la oposición (siete de un total de ocho), así como que la fuerte popularidad de Correa neutraliza estos proyectos.
Lo cierto es que dentro de las perspectivas existen matices, sin embargo en ambos casos se priorizan dos formas de evaluar el desempeño de un gobierno y de un régimen político. La pregunta es qué importa más ¿los resultados o los procesos? Mientras Meléndez llama la atención sobre los procesos institucionales e informales de concentración de poder, Nuñez evalúa el desempeño y los resultados del gobierno y la aprobación presidencial. Un argumento que se ha repetido en varios espacios se apoya en la voluntad popular y el apoyo al presidente como indicador de las orientaciones democráticas del gobierno, sin embargo sabemos que existen casos de gobiernos autoritarios con amplio apoyo popular que usan mecanismos electorales para validar su mandato. Si Meléndez critica la "revolución ciudadana" y demanda una revolución democrática liberal, Nuñez aboga por un modelo diferente al 'neoliberal' que tiene éxito y genera anticuerpos por ello. ¿Tú qué opinas?
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"Nosotros somos como la higuerilla"
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