Industria alimenticia manipula sabores para que sean adictivos
No faltan en reuniones, sobre todo en cumpleaños infantiles. La habilidad de los snacks o piqueos, según el científico especializado en alimentos Steven Witherly, está en que se disuelven rápidamente, haciendo que el cerebro piense que no contiene calorías... Así que uno puede seguir comiéndolos para siempre.
Michael Moss, periodista ganador del premio Pulitzer, en su nuevo libro "Salt Sugar Fat: How the Food Giants Hooked Us" afirma que esta habilidad de los snacks no aparece por arte de magia. Señala que las compañías productoras de snacks invierten mucho dinero en investigación para diseñar alimentos que engañen a nuestros cerebros, manteniendo nuestras papilas gustativas en un estado constante de deseo.
Para lograr esto, las compañías se enfocan en la "saciedad sensorial específica" que según Moss, "es la tendencia de los sabores fuertes a abrumar nuestro cerebro, haciendo que estos respondan disminuyendo nuestro deseo de querer más". Para evitar esto, compañías como Coca-cola o Doritos han desarrollado fórmulas complejas que activan el paladar para que el alimento sea atractivo, pero que no tengan un sabor predominante que le diga al cerebro que deje de comer.
Las compañías "emplean científicos para diseccionar los elementos en el paladar y ajustar las proporciones de sal, azúcar y grasa para optimizar el sabor", indica Moss. "La industria de la comida engancha a sus consumidores de la misma manera que la industria del cigarro ha enganchado a los fumadores a la nicotina".
Evidentemente, la ingesta de estos productos es la causa de problemas mayores como la obesidad en Norteamerica donde esta industria ha crecido los últimos años. Los datos son alarmantes: el promedio de obesidad en adultos norteamericanos se ha duplicado, de 15 por ciento en 1980 a 36 por ciento en 2010. Durante el mismo periodo, el promedio de obesidad en niños de escuela primaria y adolescentes se ha elevado de 5 por ciento a 18 por ciento.
En ciudades como Nueva York se viene discutiendo y tomando medidas, como la que entrará en vigor el 12 de marzo; la cual, prohibirá la venta de bebidas azucaradas de más de 473 ml. (16 onzas), incluso si pides una pizza. En Chile, el año pasado se publicó una ley que prohíbe la venta de productos altos en grasa, azúcar o sal en los quioscos que funcionan dentro de los colegios. En el Perú, el año pasado quedó congelada el Proyecto de Ley de Promoción de los Alimentos no Saludables para Niños, Niñas y Adolescentes; la cual, buscaba promover y proteger el derecho a la saluda pública, además de buscar disminuir el consumo de comida chatarra.
Información de NPR y Popsci. Versión, edición y traducción de Sophimanía.