Por: Jack Hurtado (@JackHurtado) y Giovanna Castañeda (@GiovannaCP)

Reporteros LaMula.pe

El país necesita 600 mil unidades de sangre al año para abastecerse. Al no existir una cultura de donación voluntaria, siempre que ocurre una emergencia, los familiares acuden como 'locos' al nosocomio más cercano a conseguir ese compuesto bendito que ayude a salvarle la vida al ser querido, y es que a veces ni los propios familiares se atreven a donar por un desconocimiento de la materia, piensan que es peligroso, doloroso o que les traerá problemas.

Otra de las razones es que algunos hospitales requieren de dos donantes para una persona. Según investigaciones, ellos guardan una unidad de repuesto y utilizan la otra, entonces si conseguir un donante es difícil ¿conseguir un par no lo es más? La desfachatez total es cuando esta praxis la hacen también las clínicas, ahí los exámenes y prácticas pre-donación llamados tamizajes son más costosas, y ellos se aprovechan.

Tampoco podemos dejar de mencionar las trabas que ponen algunos hospitales y/o clínicas. En muchos de ellos se les hace esperar mucho tiempo a los donantes voluntarios, esto causa cierta incomodidad. Por ejemplo, un integrante del Club RH Negativo nos confesó que una vez lo llamaron tres veces en tres días seguidos en el Hospital Neoplásicas para que donara, sin importarle la restricción de horarios que la mayoría de personas tienen por el trabajo ¿querrá volver a donar una persona sometida a ese tratamiento descortés? No.

En ese sentido, nos aventuramos al Hospital Edgardo Rebagliati, Hospital del Empleado u Hospital del Seguro, que es uno de los más importantes y grandes de la capital. ¿Nuestra misión? Ver cómo es el tratamiento a los donantes, la larga cola y la respuesta que le dan los doctores a la prensa sobre las donaciones. De paso y con algo de disimulo, descubrir a los llamados 'vampiros'.

Foto: Universidad de Ciencias y Humanidades / Campaña Essalud

Tras darle varias vueltas al Hospital, y ser paseados una y otra vez, por fin nos atendieron: del Banco de Sangre del Block G al Banco de Sangre Central. Nos recibieron amablemente, no nos podemos quejar, el doctor –off the record- nos aseguró que no existen campañas de difusión de parte de los medios de comunicación. "Nadie le hace caso a estos temas", exclamó molesto. Nos dejó pasar a las instalaciones con la promesa de no grabar,  pues lo íbamos a poner en aprietos, para esto necesitábamos una orden del área de comunicaciones, de Patty Coronel. Intentamos localizarla -estaba de vacaciones-, nos atendió su secretaria y nos dijo que debíamos presentar una serie de documentos para acceder a realizar el reportaje sobre donaciones dentro del hospital ¿tanta burocracia?  ¿Por eso la poca difusión? El galeno nos explicó que era muy importante que la gente tome conciencia de la donación de sangre voluntaria, ya que así salvarían muchas vidas, es una cuestión de educación y cultura. Una cuestión de vida. Un solo donante puede poner a salvaguardo hasta a tres personas.

Los vendesangre: ¿cuánto vale un pedazo de vida?

Dicen que donde hay demanda, hay oferta. ¿Qué mejor demanda que los miles de atropellados, accidentados y demás que nos reportan nuestros colegas diariamente? ¿Quién cubre esa demanda? Unos personajes que lucran con la sangre, puesto que la Ley 26454 lo sanciona:

Los órganos y tejidos sólo pueden ser donados. Está prohibida su cesión en cualquier forma onerosa o bajo modalidades encubiertas de compensaciones, ventajas, beneficios de orden pecuniario, económico u otra contraprestación de análoga naturaleza.

Nos pusimos los ajos y decidimos ir en busca de los vampiros, la búsqueda nos condujo nuevamente al Banco de Sangre del Block G del Hospital Rebagliati, esperamos junto a los familiares y donantes hasta ver algo 'llamativo' y hasta sospechoso. Una señora decía que dos jóvenes le  habían ofrecido sangre pero cuando le preguntamos se intimidó y negó tales hechos. Así, llegamos hasta el guardia de la puerta de acceso a la sala de donaciones...

Foto: Jack Hurtado / LaMula.pe

Maestro, una pregunta, me podrías comentar, tú que trabajas aquí, cómo es el movimiento de las donaciones ¿han incrementado, han disminuido?

-Eso tendrías que conversarlo con el licenciado, conmigo no. Todo lo que necesites es en el Banco de Sangre Central. (Fue a buscar al licenciado, que se negó a declarar e intentó volver a mandarnos al desvío).

Le dijimos que al menos él nos contara como es el día a día allí, ya que la experiencia de trabajar en ese área lo había vuelto un sabio en la materia. La charla siguió hasta que la palabra ‘vampiro’ se escapó.

¿Vampiros? ¡Vampiros hay afuera! Hay uno, es un bajito, pero ahorita no creo que esté, mañana lo puedes encontrar. -¿Es conocido?- Claro, es conocido, pregúntale al vigilante o de los taxistas, pregúntale por Drácula o el Conde, así lo conocen. Es un chatito, morenito, tiene raya al costado y para con camisa celeste y pantalón plomo. El Conde le dicen y tiene años, por lo menos cobra 120 por donante y a los donantes le da 70 soles o 80 soles nada más.

Tomamos nota mental de las descripciones y salimos a buscarlo...

Los taxistas estaban esperando pasajeros afuera de sus autos, todos amigos se bromeaban, se fastidiaban pero no perdimos tiempo y le preguntamos por el 'Conde', desde ya era un misterioso personaje.

Taxista: Seño, ¿el 'Conde' ya se fue?

-Señora: En la escalera ahí está, ahí donde está el de amarillito, debajo de la escalera, allí está el 'Conde'-

Volvimos a subir, preguntamos por el 'Conde', pero no encontramos nada. Cuando ya íbamos a abandonar la pesquisa, apareció un fotógrafo anciano, se veía que tenía tiempo trabajando allí, además, lo habíamos visto merodear con su vieja cámara de rollos por la zona.

Señor ¿usted trabaja por acá? ¿conoce cómo es sobre las donaciones de sangre?

- Sí, ¿cuántas unidades quieres? Abajo hay un pata que se dedica a eso, ahorita viene, por ahí se ha ido. Él tiene la gente, es seguro, ustedes se contactan con él. 100 a 120 soles cobra, ese pata de camisa celeste vayan a conversar con él-

¿Camisa celeste? Las descripciones coincidían con la del guardia. Fuimos con él. Y en efecto, era él: drácula, el 'Conde', vampiro, traficante de sangre, llámelo como quiera.

Foto: Jack Hurtado / LaMula.pe

No esperó un minuto, nos vio y a quemarropa preguntó:

¿Quieres donar o necesitas donante? –Necesitamos- ¿tienen la orden? -No, no la tenemos (nos mostró la orden)- En el mismo sitio donde se internan es la donación, conmigo hablen, les doy mi teléfono. Usted no paga mientras no recibe la donación, primero recibe la donación y luego paga, es 120 por personas. Me llama y ya es para el día de mañana porque ya cierra el Banco.

Audio con la grabación e indagaciones para hallar a El 'Conde':

¿Qué piensan los donantes voluntarios de los 'vampiros'?

Esto es muy grave, lo de la sangre es un derecho de lo que la necesitan. Los vampiros atacan cuando uno es más indefenso. Hay conexiones entre los encargados del Banco de Sangre y los vampiros. Nosotros hemos interrumpido un poco lo de los vampiros, ya que nosotros no cobramos nada. Leyes hay, pero no se cumplen. (Claudio Crovetto, vicepresidente Club RH Negativo).

Los familiares que compran sangre no pueden denunciar, porque ellos necesitan la sangre, hacen mal las cosas por la desesperación que existe, pero ¿cómo denuncias eso? Nosotros nos hemos quejado con el Programa Nacional de Hemoterapia y Bancos de Sangre, pero nada concreto (Jorge Quiñones, tesorero Club RH Negativo).

Creo que las personas que venden sangre no tienen principios ni valores morales, no me parece que está bien. (Daniella Paz, promotora de donación de sangre en redes sociales)

Quedó comprobado entonces el tráfico de sangre que se da afuera de los hospitales, esto pasa en Rebagliati, uno de los más importantes de la capital ¿cómo será en los otros entonces? ¿Hasta cuándo?

Aquí puedes ver todas las entregas de este reportaje especial sobre donaciones de sangre, que publicó La Mula:

Parte 1: Donación de sangre ¿solidaridad o lucro?

Parte 2: Hermanos de sangre: cuando la donación sí es voluntaria

Parte 3: ¿Hasta cuándo? Vampiros: cuando la vida vale un poco más de 100 soles

Complemento: La verdad de las mentiras: Derrumbando mitos sobre las donaciones